¿Cómo trabajamos?

Las dificultades, las situaciones traumáticas que a veces se arrastran desde muy temprano en la vida, los tropiezos a los que a veces nos enfrentamos nos impiden a veces vivir de la forma deseada y generan sufrimiento y malestar emocional.

En otras ocasiones, nos encontramos atrapados en situaciones de vida: relaciones de pareja, elecciones laborales o académicas que nos hacen reeplantearnos todo lo que ha sido nuestra vida, y frente a la que no encontramos respuesta. Estas situaciones generan mucha angustia y nos hace sentirnos perdidos. En estas circunstancias, algunas personas en algún momento deciden dar un giro y hacer algo totalmente diferente, optan por dar un sentido nuevo a sus vidas.

Cómo trabajamos

Psicología y Psicoanálisis

Terapias

En el psicoanálisis se considera que cada persona construye su discurso en función de una realidad que siempre es subjetiva. Por tanto, la escucha es fundamental.

Quien llega voluntariamente a la consulta quiere ser escuchado, busca en quien lo recibe a alguien que pueda dar alguna respuesta a aquello que vive como inmanejable y que le causa malestar o sufrimiento. Así, aunque el síntoma que le aqueje, llámese ansiedad, tristeza, vacio, etc., sea el mismo para cada persona, se abren múltiples y desconocidos caminos interconectados entre sí una vez que se comienza a hablar de él. Es labor del analista, entonces, descubrir junto con el paciente ese tejido particular de caminos que da cuenta de las causas conscientes e inconscientes que han dado lugar a la expresión sintomática y al sufrimiento.

En el psicoanálisis se considera que cada persona construye su discurso en función de una realidad que siempre es subjetiva. Por tanto, la escucha es fundamental.

Quien llega voluntariamente a la consulta quiere ser escuchado, busca en quien lo recibe a alguien que pueda dar alguna respuesta a aquello que vive como inmanejable y que le causa malestar o sufrimiento. Así, aunque el síntoma que le aqueje, llámese ansiedad, tristeza, vacio, etc., sea el mismo para cada persona, se abren múltiples y desconocidos caminos interconectados entre sí una vez que se comienza a hablar de él. Es labor del analista, entonces, descubrir junto con el paciente ese tejido particular de caminos que da cuenta de las causas conscientes e inconscientes que han dado lugar a la expresión sintomática y al sufrimiento.

Terapias

El analista no juzga, nuestra posición de escucha es otra. Parte de nuestra labor es generar ese espacio de trabajo y de confidencialidad que permita a cada uno desplegar su discurso.

Nuestra intervención siempre es con la palabra y está destinada a producir un corte que permita a cada quien elaborar y descubrir los puntos que lo han determinado para, a partir de allí, comenzar a comprender, reconstruir y resignificar aquello que subyace a su forma de actuar, de relacionarse con los otros.

¿A quiénes atendemos?

Adultos

Desde nuestra perspectiva, el encuadre analítico con adultos se enmarca en sesiones de entrevistas individuales que en un primer momento son cara a cara y que en un segundo momento pueden implicar el paso a diván.

La duración de la sesión es variable, siempre dependiendo del paciente y del momento de análisis.

Las intervenciones tienen el objetivo de mantener al paciente trabajando sobre lo que le pasa, haciéndose preguntas, resignificando su realidad, concluyendo sobre lo que viene elaborando, para que finalmente pueda llegar a producirse en él una rectificación subjetiva.

Adolescentes

En el trabajo con adolescentes, se les ofrece la garantía de que su lugar en la consulta les es propio, de modo que sientan que pueden hablar con libertad.

Ello permitirá que surjan las preguntas o cuestionamientos acerca de lo que le acontece.

Recibimos de los jóvenes diferentes tipos de materiales, hablamos sobre la música que escuchan, las revistas que leen, las anécdotas de lo que hacen con los amigos; escuchamos comentarios que nos hablan de sus intereses.

Con todo ese conjunto enumerado trabajamos, buscando se signifique lo que está detrás del material que nos trae a la sesión, intentando hacer con él o ella un análisis diferente.

Niños

En el caso del análisis con niños utilizamos básicamente, como medio de trabajo, las sesiones de juego.

El juego permite al niño desplegar su discurso a través de una actividad que le resulta natural, convirtiéndose por acción del análisis en la vía tanto para expresar sus conflictos y preocupaciones como para resolver estos.

​Además, se sostienen sesiones con los padres para entender la dinámica familiar, conocer sus inquietudes y poder hacer también intervenciones que coadyuven al desarrollo del análisis con el niño.​