Atención personalizada cuando más la necesita
Las dificultades, las situaciones traumáticas que a veces se arrastran desde muy temprano en la vida, los tropiezos a los que a veces nos enfrentamos nos impiden a veces vivir de la forma deseada y generan sufrimiento y malestar emocional.
En otras ocasiones, nos encontramos atrapados en situaciones de vida: relaciones de pareja, elecciones laborales o académicas que nos hacen reeplantearnos todo lo que ha sido nuestra vida, y frente a la que no encontramos respuesta. Estas situaciones generan mucha angustia y nos hace sentirnos perdidos. En estas circunstancias, algunas personas en algún momento deciden dar un giro y hacer algo totalmente diferente, optan por dar un sentido nuevo a sus vidas.
Psicología y Psicoanálisis
En el psicoanálisis se considera que cada persona construye su discurso en función de una realidad que siempre es subjetiva. Por tanto, la escucha es fundamental.
Quien llega voluntariamente a la consulta quiere ser escuchado, busca en quien lo recibe a alguien que pueda dar alguna respuesta a aquello que vive como inmanejable y que le causa malestar o sufrimiento. Así, aunque el síntoma que le aqueje, llámese ansiedad, tristeza, vacio, etc., sea el mismo para cada persona, se abren múltiples y desconocidos caminos interconectados entre sí una vez que se comienza a hablar de él. Es labor del analista, entonces, descubrir junto con el paciente ese tejido particular de caminos que da cuenta de las causas conscientes e inconscientes que han dado lugar a la expresión sintomática y al sufrimiento.
El analista no juzga, nuestra posición de escucha es otra. Parte de nuestra labor es generar ese espacio de trabajo y de confidencialidad que permita a cada uno desplegar su discurso.
Nuestra intervención siempre es con la palabra y está destinada a producir un corte que permita a cada quien elaborar y descubrir los puntos que lo han determinado para, a partir de allí, comenzar a comprender, reconstruir y resignificar aquello que subyace a su forma de actuar, de relacionarse con los otros.